“El respeto al derecho ajeno es la paz” Palabras inmortalizadas por el buen Benito Juárez. Así es, el amiguito al que le dieron la portada del billete de 20 pesos mexicanos (lo acoto porque nuestros lectores son muy internacionales).
Lo sé, una frase cliché y cansada. Pero qué pasa si lo hacemos como un ejercicio de primaria, quitamos derecho y ponemos una línea después de “al”.
El respeto al ___________ ajeno es la paz
Ohh sí!. Todo cobra sentido.
Las múltiples aplicaciones de esto serían infinitas. “El respeto al Lugar de estacionamiento ajeno es la paz” … “El respeto al lugar ajeno es la paz”… “El respeto a la Torta ajena es la paz”. RESPETO, esa es la clave, y pocos de nosotros tenemos respeto, dejando de lado la parte de “ajeno” (ya volveremos a eso).
En un mundo tan globalizado y lleno de información, es muy fácil perderse en las cantidades masivas de respuestas que encuentras en redes sociales e internet. Tanto, que estoy pensando que YouTube es la nueva escuela. Encuentras tutoriales de todo tipo, mecánica, cocina, moda y claro, diseño. Con tanta información es fácil perder el horizonte de la realidad, no por que vi un tutorial de cocina ya soy un chef, no por que vi cómo hicieron una cirugía de corazón abierto soy doctor.
Este problema no solamente compete a diseñadores. Muchos profesionales sufren de este mal; cocineros, animadores, programadores, y muchos más. Todo se hace exponencial cuando las herramientas de un profesional se venden por $50 pesos en el puesto de la esquina.
Esto provoca que la gente crea que con la herramienta adecuada y un video de YouTube… pues ya soy un Arquitecto…. “Pa’ que pago, si tengo a mi amigo el ‘Brandon’ que puso las repisas de su cuarto. Que lo haga, él sabe.
¡No! esto es una falta de respeto al arquitecto que tomó 7 años de su vida estudiando. Claro, no es barato contratar a un profesional, pero así como tú que eres un profesional y te quejas que no te pagan lo que tú vales, si te remuneraran lo que vales, seguramente tendrías el recurso para trabajar con profesionales.
Y todo porque el “Brandon” sabe poner repisas…
Un ejemplo muy exagerado, pero pasa.
Espérate, lo peor es cuando le faltas el respeto a tu propio trabajo, malbaratando tu esfuerzo, regalando tu tiempo.
Todos necesitamos comenzar con algo y ganar experiencia, tocar el mundo del profesionalismo, pero no es necesario escupir al cielo.
Todo este enjambre de situaciones hace que no respetes lo ajeno, la segunda parte de la frase.
Pero si el respeto comienza por nosotros, el respeto a lo ajeno vendría por añadidura.
Es un tema cultural, pero este mundo globalizado te abre puertas, ventanas o vórtices a ideas nuevas, gente con una visión diferente del mundo, personas que están dispuestas a arriesgarse con gente joven, empresarios que buscan talentos para hacer cosas grandes, y trabajar en comunicación y no morir en el intento.
“Gente que vibra en frecuencias altas, se encuentran con personas que vibran a la misma altura. “
parafraseando a Ricardo Peralta, Biofísico estructural.
